Tecnología BIM

La Tecnología BIM: Transformación digital en el sector construcción

La industria de la construcción se encuentra en un proceso de transformación profunda impulsado por la digitalización y la necesidad de optimizar los recursos. En este contexto, la tecnología BIM (Building Information Modeling) se ha consolidado como una herramienta estratégica fundamental para mejorar la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad de los proyectos de edificación e infraestructura.

BIM no es simplemente un software ni una representación tridimensional de un proyecto. Se trata de una metodología de trabajo colaborativa que permite gestionar la información del proyecto de forma integral, desde su concepción hasta su operación y mantenimiento. Esta tecnología integra datos geométricos, técnicos, financieros y de gestión en un modelo digital único y coordinado, lo que permite la toma de decisiones informadas en todas las fases del ciclo de vida de una obra.

1. Características y ventajas de BIM

Uno de los principales beneficios de BIM radica en su capacidad para facilitar la colaboración entre los distintos actores involucrados en un proyecto: arquitectos, ingenieros, proyectistas, contratistas, supervisores y entidades públicas o privadas. Todos ellos pueden trabajar de manera simultánea y coordinada sobre un mismo modelo digital, lo cual reduce significativamente los errores de diseño, evita interferencias entre disciplinas (clash detection), y permite visualizar con antelación posibles conflictos constructivos.

Adicionalmente, BIM permite vincular el modelo tridimensional con otras dimensiones de información, como el tiempo (4D), los costos (5D), la sostenibilidad (6D) y la gestión del mantenimiento (7D). De esta manera, se logra una visión completa del proyecto que facilita la planificación, ejecución y operación.

Entre sus principales beneficios se encuentran:

• Mejora en la coordinación interdisciplinaria.
• Reducción de costos por errores y retrabajos.
• Mayor precisión en los cronogramas y presupuestos.
• Optimización en el uso de recursos y materiales.
• Mejora en la calidad y sostenibilidad del diseño.
• Mayor eficiencia en la gestión post-construcción.

2. Normativa internacional y adopción global

A nivel internacional, numerosos países han incorporado BIM en sus políticas públicas y procesos de contratación estatal. En algunos casos, su uso ya es obligatorio para la ejecución de proyectos financiados con recursos públicos.

El Reino Unido fue uno de los primeros países en adoptar una política nacional en este sentido, exigiendo desde 2016 el uso obligatorio de BIM Nivel 2 para todos los contratos del sector público. Esta decisión generó un impacto positivo en la eficiencia de la inversión pública y redujo significativamente los costos de operación de las infraestructuras construidas.

En Estados Unidos, el National BIM Standard – United States (NBIMS-US) ha sido desarrollado por el National Institute of Building Sciences para establecer lineamientos técnicos y metodológicos comunes. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos y otras entidades federales han adoptado BIM como estándar para la ejecución de proyectos de infraestructura.

En Europa, países como Finlandia, Noruega, Dinamarca y Países Bajos han promovido la implementación sistemática de BIM tanto en el sector público como en el privado. En Asia, destaca el caso de Singapur, donde la autoridad de construcción (BCA) exige el uso de BIM para la aprobación de planos en determinados tipos de proyectos.

En América Latina, países como Chile, Brasil, México y Argentina han elaborado planes estratégicos nacionales para fomentar la adopción de BIM. Estas iniciativas incluyen la elaboración de normativas técnicas, programas de formación y el impulso a proyectos piloto.

3. Implementación de BIM en el Perú

En el contexto peruano, el Gobierno viene impulsando desde hace algunos años la adopción progresiva de BIM en el sector público. En el año 2021 se publicó oficialmente el Plan BIM Perú, un instrumento estratégico liderado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el objetivo de mejorar la eficiencia y transparencia de la inversión pública mediante el uso de tecnologías digitales.

Este plan establece una hoja de ruta para implementar BIM de forma gradual hasta el año 2030. Entre los principales objetivos destacan:

• Incorporar BIM en las etapas de preinversión, inversión y operación de los proyectos públicos.
• Desarrollar estándares nacionales que guíen su implementación.
• Fortalecer las capacidades técnicas de los profesionales del sector público y privado.
• Impulsar el desarrollo de proyectos piloto en diferentes sectores como salud, educación, transportes y saneamiento.

A partir del año 2025, se espera que el uso de BIM sea obligatorio en determinados proyectos de inversión pública, especialmente aquellos que superen cierto umbral presupuestal. Esto representa un cambio estructural en la forma en que se planifican y ejecutan las obras públicas en el país, y plantea importantes retos en términos de capacitación profesional, actualización normativa, y modernización de procesos institucionales.

Algunos avances concretos ya se han observado en proyectos piloto liderados por entidades como el Ministerio de Educación, el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS), Provías Nacional y municipalidades que han empezado a explorar esta metodología.

4. Desafíos y perspectivas

Si bien los avances en el Perú son alentadores, aún persisten desafíos importantes para lograr una implementación efectiva y sostenida de BIM a nivel nacional. Entre ellos destacan:

• La necesidad de contar con un marco normativo técnico uniforme, incluyendo guías, especificaciones, formatos de entrega y clasificaciones estándar.
• La formación de profesionales capacitados en el uso de herramientas BIM y en la gestión colaborativa de proyectos.
• La adaptación de los procesos de licitación y contratación pública para incorporar requisitos y criterios BIM.
• La inversión en infraestructura digital y plataformas tecnológicas adecuadas.

No obstante, los beneficios que ofrece esta metodología justifican plenamente los esfuerzos para su implementación. La adopción de BIM no solo mejora la calidad de las obras, sino que también promueve la transparencia, la sostenibilidad y el uso eficiente de los recursos públicos y privados.

Conclusión

La tecnología BIM representa una herramienta clave para la transformación del sector construcción en el Perú y en el mundo. Su implementación contribuye a modernizar la gestión de proyectos, mejorar la calidad de las infraestructuras, y optimizar el uso de los recursos a lo largo del ciclo de vida de las obras.

A medida que la normativa internacional avanza y el Estado peruano continúa con la ejecución del Plan BIM Perú, se abre una gran oportunidad para que los profesionales, empresas y entidades públicas lideren esta transición digital. Prepararse, capacitarse e innovar serán factores determinantes para asegurar el éxito en este nuevo escenario del sector construcción.